Friday, May 28, 2010
Muro contra Trabajadores
Las mayores veces no la entiendo y estoy obligada a hacer preguntas. Agarro una o dos palabras que adivino que quieren decir en inglés. Repito lo que adivino en otras palabras para comprobar mi sospecha, mientras ella pausa para pensar otra manera que decir lo que me contaba. Platicar con alguien que no habla bien el idioma, ni lo sabe bien, es muy trabajoso. Entonces uno tiene que desear hablar con otro de cultura extranjera solo por la problema de idioma, y esa es solo la primera de muchos obstáculos donde andan vacilando.
Problema segundo es dinero que le falta el inmigrante. No falta esperanza ni energía, aunque tiene que mandar y mandar, un parte de sus ganancias, cada rato a algún pariente quien esta pidiendo. “Tía, me vas a mandar algo por mi cumpleaños?” “Hija, por favor, manda me un poco. Tu sobrina lo necesita para comprar libros en la escuela.” Nunca dejan de llamar dando la lata. Y que puede decir el inmigrante si esta barriendo dollares del piso?
La problema tercer, y mas lastima porque es nacido del miedo, la ignorancia y las mentiras, es la ley que los separa la gente extranjeros de los nativos.
Hay leyes que sabemos que son contra la razón y la justicia. Son contra la razón porque no sirven a desarrollar un estado sano por ninguna población. Son contra la justicia porque ponen bajo dedo de los que tienen, los que faltan; garantizan que la gente que disfrutan más oportunidades no pueden echar la mano, sin correr riesgo legal, a gente que luchan sin descansar para ganar un poco.
Luego, la ley que los persigue trabajadores cruzando fronteras en busca de un sueldo justo, es un delito; y gente recto tienen que enfrentar este poder tan gallo y corrupto que presume a separar, con un muro, millones de gente. Esa entidad pretende a decidir quien y cuando, los indios nos pueden juntar. Esas guardas intentan a controlar la fuente de apoyo y amistad dentro de una población.
Nunca debemos olvidar que somos mismo población, que tenemos derechos de ser amigos con nuestros vecinos.
Vale la pena aprender nueva idioma, trompear como una tonta que no entiende nada y parecer poca stupida. Vale mucho seguir una amistad con persona de otro país que viene con cachucho en la mano, buscando una vida mejor. Por eso, vivo con la Koala, y este día Juan pasa por una visita. El y Koala juegan pocas cartas y les escucho, dos Mexicanos cotoreando en español. Después, le preguntaré a Juan, que quiere decir “Le quemé las patas del diablo?” Asi aprendo, poco a poco. Asi me siento poco mas como soy miembro del grande mundo.
Haz click aqui para ver este ensayo en ingles --> The Wall Against Workers
Thursday, May 6, 2010
Uranian Transit
In the thick of Uranus transiting Venus the thrill is beginning to wear off, and the reality of cleaning up after all the excitement is bearing down. Though I'm constantly reminding my son of the debt we're carrying, every time I fill the tank to take him to the skate park, or enter a store to buy him a pair of shorts, now that I have the customers I need I do feel confident we can pay it off. Most of the time.
This illness has affected my work schedule for the last four years, and even though my health is improved there remain bills to pay that I could not take care of when I was spending so much time in bed. Sometimes it feels like no matter how hard I work and how much I sacrifice, I just can't cover expenses. I feel like my Mexican friends slaving away for little more than minimum wage. But I'm not.
I am able to support my son and take him to the skate park. We have the luxury of living in our own home not crowded with two or more families to help pay the rent. Though I pray to the car gods when my little old Honda hesitates to start, "Please don't let it be time for another trip to the mechanic," I thank providence for the tension it generates in my son. He has too faint an inkling of the richness of his life, especially when his ugly mom drops him off at school, in front of all the adolescent world to see, in our squeaking, rusted Honda that was built back in the days when Americans still remembered the oil embargo.
He wants a camera, and I would love for him to have one. He thinks I do not understand his deprivation. He was thrilled with his haircut yesterday, a fifteen dollar deal that was delayed for over a month. I was thinking how much easier his life would be if I could afford to have a trim every eight weeks, if I could buy clothing to look like the 'other moms.' If I didn't know any better I swear it would choke me up. The truth is, I have moments of weakness when I fall for the same propaganda that's choking him, and feel like a failure.
Then I pick up a book by Noam Chomsky and all that sadness for myself and my son is turned to grief for the shadow people of the world who really ARE suffering in the crucible. The camera made in China can wait forever as far as I'm concerned. We still have a copy of The Unvanquished from the library; I will resume reading Faulkner to him at bedtime. He loves it when the forbidden N word pops up.